Edición especial: sostenibilidad enero
Con el inicio de un nuevo año, la tecnología sigue siendo una aliada clave para avanzar hacia la sostenibilidad. La sostenibilidad busca desarrollar tecnologías que minimicen el impacto ambiental, optimicen recursos y promuevan un equilibrio entre progreso y cuidado del planeta.
1.- Se estima que las TIC podrían ayudar a disminuir hasta un 20% las emisiones globales de CO2 para 2030.
Fuente: World Bank
2.- A nivel mundial, la tecnología digital contribuye directamente al logro del 70% de las metas establecidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Fuente: PNUD
3.- La IA tiene el potencial de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 5% y un 10% para 2030, al optimizar la gestión energética y modernizar el sector.
Fuente: WEF
4.- El 86% de los líderes empresariales en América Latina implementaron prácticas de sostenibilidad en sus operaciones durante 2024.
Fuente: ACCSE
5.- Los centros de datos, fundamentales para la economía digital, representan entre el 1% y 2% del consumo energético global. Sin embargo, los avances en eficiencia energética y el uso de energía renovable están reduciendo su impacto ambiental mientras su capacidad crece.
Fuente: Goldman Sachs
6.- Las organizaciones que migran a la nube pueden reducir su consumo energético en un 65% y disminuir sus emisiones de carbono en un 84%.
Fuente: Accenture
7.- El 70% de las empresas en América Latina han incorporado estrategias de sostenibilidad, con un 40% utilizando tecnologías específicas para gestionar y medir sus iniciativas en este ámbito.
Fuente: SAP
8.- Se estima que la generación anual de residuos electrónicos aumenta en 2,6 millones de toneladas cada año.
Fuente: Infobae
9.- La implementación de dispositivos IoT en ciudades y empresas para automatizar y gestionar de forma remota diversas operaciones, pueden reducir hasta en un 20% las emisiones de dióxido de carbono hasta 2030.
Fuente: TP-link
10.- El e-commerce utiliza un 30% menos de energía por transacción que el comercio minorista tradicional, gracias a la centralización en almacenes, la optimización logística y la menor necesidad de operar tiendas físicas.
Fuente: MIT