OpenAI da señales de estar construyendo su propia red social

La revolución de la inteligencia artificial generativa que estalló con el lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022 podría estar por vivir su próximo gran capítulo. Según reveló el sitio especializado The Verge, OpenAI, la startup dirigida por Sam Altman y responsable de ChatGPT, está desarrollando su propia red social. Aunque el proyecto se encuentra en una fase temprana, ya existiría un prototipo interno que emula el funcionamiento de plataformas como X (ex Twitter), pero con un ingrediente diferencial: la integración nativa de funciones basadas en inteligencia artificial.

Aunque no ha sido confirmado oficialmente por la compañía, apunta a expandir el ecosistema de productos de OpenAI más allá del conocido chatbot. De concretarse, representaría un paso significativo en la estrategia de la empresa para competir en nuevos terrenos digitales, particularmente en un momento donde el acceso a datos, la interacción con los usuarios y la rentabilidad se vuelven aspectos cada vez más críticos.

Una red social con IA en su ADN

Las fuentes citadas por The Verge, que hablaron bajo condición de anonimato, indicaron que el prototipo de esta nueva red social incluye un feed tradicional, como el que se ve en la mayoría de las plataformas actuales, pero potenciado con capacidades de generación de imágenes y textos utilizando las herramientas de ChatGPT. Aunque todavía no está claro si se tratará de una app independiente o si estará integrada directamente dentro de la propia aplicación de ChatGPT, la intención de experimentar con nuevos formatos sociales es evidente.

Esta decisión de incursionar en el mundo de las redes sociales no es trivial. Por un lado, posicionaría a OpenAI como un competidor directo de X, plataforma liderada por Elon Musk, quien en paralelo ha profundizado la integración de su chatbot Grok, creado por xAI, su compañía de inteligencia artificial, dentro de su red social. Grok permite a los usuarios interactuar mediante texto, generar imágenes e incluso realizar tareas que van más allá de una simple conversación, marcando un camino hacia una fusión cada vez más estrecha entre las redes sociales y los modelos de lenguaje.

El valor oculto: los datos

Más allá de las funciones, el trasfondo estratégico detrás de este movimiento parece estar relacionado con algo mucho más valioso: los datos. Las redes sociales son fuentes inagotables de información sobre lenguaje, comportamiento, intereses y dinámicas sociales. Tener acceso directo a este tipo de datos permitiría a OpenAI entrenar y mejorar sus modelos de IA de manera más eficiente, sin depender exclusivamente de fuentes externas o asociaciones con terceros.

Este fue, precisamente, uno de los motivos por los que Musk fusionó oficialmente X con xAI: crear una sinergia en la que los datos producidos por los usuarios nutren de manera directa a los modelos de inteligencia artificial. OpenAI podría estar buscando replicar esa ventaja competitiva a través de su propia plataforma.

La presión de la competencia y el desafío de la rentabilidad

El contexto en el que surge esta iniciativa también es revelador. Si bien OpenAI fue la pionera en democratizar el acceso a la inteligencia artificial conversacional y provocó una auténtica ola de innovación en toda la industria, la competencia no se ha quedado atrás. Google, por ejemplo, ha lanzado Gemini, su propio modelo de IA, que en varias pruebas ha demostrado estar a la par, e incluso superar a ChatGPT en ciertos aspectos.

Además, si bien OpenAI sigue siendo una de las compañías más reconocidas y utilizadas en el campo de la IA, enfrenta una realidad financiera complicada: aún no es rentable. Su modelo de negocio, basado en suscripciones y licencias a terceros, no ha logrado equilibrar la balanza frente a los enormes costos operativos que implican entrenar y mantener modelos como GPT-4. En este sentido, una red social podría abrir nuevas oportunidades de monetización, tanto por la vía de la publicidad como por posibles funciones premium basadas en IA.

¿Un experimento más o un cambio de rumbo?

A pesar del interés que genera este desarrollo, desde OpenAI no se han emitido declaraciones oficiales sobre el tema. Como ocurre con muchos proyectos en etapa temprana dentro del mundo tecnológico, existe la posibilidad de que el experimento nunca llegue a materializarse públicamente. Sin embargo, su sola existencia refleja el cambio de paradigma en curso: las grandes empresas de IA ya no se limitan a desarrollar modelos, sino que buscan controlar también las plataformas donde esos modelos interactúan con el mundo.

En un contexto donde las fronteras entre herramientas de productividad, motores de búsqueda, redes sociales y asistentes virtuales se vuelven cada vez más difusas, OpenAI parece decidido a dejar de ser solo el “motor” detrás de otras plataformas y convertirse en una plataforma en sí misma.

Lo que está en juego no es únicamente la innovación tecnológica, sino también el control del flujo de información, los datos y la atención de millones de usuarios. Y en esta nueva carrera, tener una red social propia podría marcar la diferencia entre liderar la era de la inteligencia artificial o quedarse rezagado frente a competidores con ecosistemas más completos y rentables.

Habrá que esperar para ver si OpenAI da el siguiente paso y lanza oficialmente su red social. Por ahora, el simple hecho de que lo esté considerando ya es una señal clara: la inteligencia artificial no solo está transformando las herramientas que usamos, también está reconfigurando el lugar donde socializamos, nos informamos y nos expresamos.

Comparté este artículo

Noticias Relacionadas