Vertmonde, gestor especializado en reciclaje electrónico, nació hace 14 años como un proyecto de gestión de residuos eléctricos y electrónicos. Jhoanna Rosales, directora de Triple Impacto de Vertmonde, brindó una entrevista a Canal News Ecuador explicando el modo de negocio, portafolio y nuevos proyectos de la empresa.

Del reciclaje técnico a la electrónica circular
Vertmonde ha creado el proyecto electrónica circular, una iniciativa que no solo permite reparar y reacondicionar equipos tecnológicos, sino que abre la puerta a nuevos servicios y beneficios para sus clientes. La directora explicó que “a partir de hace unos dos años más o menos, le quisimos dar un poco más de circularidad a la estrategia y como dejar de enfocarnos tanto en la parte de reciclaje y de final de la vida útil, ahora nuestra estrategia está mucho más alineada con los principios de sostenibilidad y circularidad que con el simple reciclaje”

Este nuevo enfoque se centra en productos electrónicos de consumo como: laptops, desktops, celulares y tablets. Estos dispositivos, una vez reacondicionados bajo la marca RE, regresan al mercado con garantía de hasta 12 meses.
Nuevo portafolio
La constante transformación de Vertmonde ha dado lugar a servicios especializados que cubren necesidades operativas y sociales de las organizaciones; uno de ellos es el servicio de manufactura de equipos dirigido principalmente a sectores como telecomunicaciones o medicina.
Otro importante servicio de la empresa se centra en la recuperación de activos, diseñado para equipos que aún son funcionales, aunque han sido dados de baja por políticas internas “lo que hacemos es una valoración de equipos de empresas que normalmente cambian sus equipos cada cuatro años, los compramos como activos y luego hacemos todo el proceso de refurbish y lo volvemos a mercado” explicó la vocera.


Impacto social
Vertmonde ha establecido alianzas claves, como por ejemplo con el programa Unidos por la Educación, donando equipos reacondicionados a escuelas rurales “estos equipos luego son donados a Unidos por la Educación que es la ONG más grande de educación en el país” mencionó Jhoanna.
Por otro lado, han implementado un modelo de bienestar laboral, donde los colaboradores de empresas tienen la primera opción de compra de equipos reacondicionados. Esto soluciona una barrera común en las empresas que, por restricciones contables, no pueden vender directamente sus equipos usados a su personal.

Evolución del reciclaje en Ecuador
Rosales destaca que el avance ha sido notable en el sector empresarial “los actores más visibles ya están obligados por normativa ambiental pero incluso entre las pymes hemos visto un crecimiento voluntario en temas de cumplimiento, especialmente después de la pandemia” explicó.
No obstante, reconoce que aún existe una brecha cultural importante “Guayaquil se ha demorado mucho más en agarrar esta onda ambiental. Quito está más avanzado, incluso a niveles de pymes”, afirmó. En cuanto a los ciudadanos, el panorama es más complejo: “A pesar de la normativa, el reciclaje domiciliario sigue siendo muy voluntario y poco controlado. Hace falta mucha más inversión en educación ambiental”.
Consumo vs. desecho
Según datos compartidos por Jhoanna Rosales, cada ecuatoriano consume en promedio 4,5 dispositivos electrónicos nuevos al año, generando aproximadamente 6 kilos de residuos electrónicos por persona anualmente.

Para Jhoanna, el futuro del reciclaje en Ecuador depende tanto de la conciencia ciudadana como del fortalecimiento del marco regulatorio. “Recolectamos menos del 3% de los residuos electrónicos generados. Queremos llegar al menos al promedio mundial del 20% en los próximos cinco años”.
Además, destaca el papel clave de la ley de responsabilidad extendida del productor, que obliga a fabricantes e importadores a establecer programas de recolección y reciclaje.
Protección de datos
Una de las áreas menos conocidas del reciclaje electrónico es la sanitización de datos. “A diferencia del cartón o el papel, los dispositivos electrónicos pueden contener información personal sensible. Ya no se trata solo de destruir el hardware, sino de garantizar que los datos sean borrados de forma segura e irreversible”, explicó Joana

Vertmonde ofrece procesos de borrado lógico profesional que cumplen con los estándares de seguridad y privacidad. “Un formateo común no basta. La información se esconde, pero no se elimina. Esto representa un enorme riesgo de filtraciones que muchas organizaciones no están considerando aún” concluyó la vocera
Con un nuevo portafolio y una visión y compromiso de futuro con la sostenibilidad, Vertmonde busca transformar residuos en oportunidades y problemas en soluciones de largo plazo.